Ladislao Teleki

El fracaso de la Revolución húngara determinó su destierro, y en 1851 fue condenado a muerte in absentia.Fue indultado tras ciertas negociaciones con las autoridades en las que intervino el propio emperador Francisco José; se le permitió regresar a Hungría con la condición de que abandonara la política revolucionaria y no viajase al extranjero.Fue recibido como héroe a su vuelta y al punto retomó la actividad política, al frente del Partido de la Resolución (Határozati); propugnó la aplicación estricta de las reformas propuestas en 1848.Se suicidó en oscuras circunstancias el 7 de mayo, la noche anterior a un importante debate público con Ferenc Deák sobre la situación constitucional del emperador.[2]​ A él le dedicó Franz Liszt su rapsodia húngara número 2.
Retrato de Teleki