Borrachera de poder
Aunque la película comienza irónicamente con un aviso de que todo lo que el espectador está a punto de contemplar es producto de la imaginación del director, y que cualquier parecido con la realidad es casual, Chabrol se inspiró en el escándalo político y financiero que protagonizó a mediados de los 90 la petrolera francesa Elf Aquitaine, y en la figura de Eva Joly, magistrada encargada del caso.Pero a la vez que las investigaciones judiciales avanzan, su poder aumenta, y la vida personal de Jeanne se resiente.Como en casi todas las películas de Chabrol, la mujer es la que tiene el papel dominante, dominante además desde su propio apellido, Charmant-Killman, mezcla de francés e inglés que se podría traducir como "encantadora mata hombres".El machismo le sirve como excusa a Chabrol para ejectuar un magistral traspaso de poderes, donde la mujer no domina al hombre, sino que se convierte en él.Jeanne fuma cigarrillo tras cigarrillo siempre acompañada de sus guantes rojos, y sin importarle exprimir al máximo a sus colaboradores, tan sumisos como los hombres a los que ha despojado de su poder y su dinero.