Todos los habitantes del pueblo conocen las canciones, aventuras e historias de Kvothe, casi como una leyenda o mito urbano.
El marco principal de la historia lo describe casi sutilmente y sin muchas certezas.
Nadie, excepto el (único) alumno de Kvothe, un ser Fata llamado Bast, sabe que aquel del que hablan y cantan está delante de ellos, sirviendo comida y bebida.
Cuando Cronista revela la verdadera identidad de Kvothe, le invita a contarle su verdadera historia.
[2] En la reseña más conocida de Kvothe él se describe así: