Antes de las elecciones parlamentarias de 2015, las encuestas predijeron que Kulanu obtendría 24 escaños en una lista electoral conjunta con el partido Yesh Atid, la tercera fuerza política después del Likud y del Partido Laborista.
Al unirse también a la coalición, el partido Shas y La Casa Judía tenían una escasa mayoría de 61 escaños en la Knéset.
La preocupación central del partido era reducir el coste de la vida en Israel.
Kulanu consideraba que Israel actualmente no tiene un socio para llevar a cabo las negociaciones de paz.
Los palestinos deben reconocer a Eretz Israel como un estado judío y democrático, aceptar que Jerusalén es la capital eterna e indivisible del pueblo judío, abandonar el derecho al retorno de los refugiados palestinos, y por último deben abandonar la idea de regresar a las fronteras de 1967.