Kristoffer Nilsen Svartbækken Grindalen (1804 – 25 de enero de 1876) fue un delincuente noruego, acusado de asesinato y robo.
Nacido en una pequeña granja de Elverum, pasó 41 años de su vida en prisión.
Finalmente, fue acusado de asesinato y atraco cerca de Ekrumstormyra, en Løten, en el año de 1875, y fue decapitado allí mismo en presencia de unos 2,500 testigos, en lo que ha pasado a la Historia como la última ejecución pública realizada en Noruega.
[1][2] Un cuadro de 1908 de Henrik Sørensen, Svartbækken, se inspira en este episodio.
En su tiempo resultó muy controvertido, pero hoy en día es una de sus obras más celebradas.