Kongōrikishi o Niō es el nombre de un guardián iracundo y musculoso de Buda.
Se encuentra representado de varias formas en la entrada de muchos templos budistas en Japón y Corea.
Son manifestaciones de la deidad protectora bodhisattva Vajrapani y forman parte del panteón Mahāyāna.
Según la tradición japonesa, los Niō viajaron con Buda para protegerlo.
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