El sirviente se define como un personaje malévolo, antagonista del obispo Nicolás y su bondad.
Aunque está a sus órdenes, es profundamente perverso y actúa como encargado de los castigos.
Esto no ocurre porque Lutero haya tenido particularmente algo en contra de San Nicolás, sino porque su reforma quería volver a centrar el énfasis de la religión en Cristo y desestimar en general a cualquier otro intermediario entre Dios y los hombres.
En la zona del Eifel por ejemplo, el mismo acompañante de San Nicolás se llama Belzebub, con iguales características simbólicas de maldad y brutalidad, con idéntico rol antagonista que contrasta fuertemente con el personaje comprensivo y bondadoso que encarna Nicolás.
En la zona lingüística del alto alemán central occidental se denominaba antiguamente Belznickel o Pelznickel a un tipo encapuchado que aparecía en la época previa a la Navidad, pero este personaje resumía ambas figuras, la de San Nicolás y la de Knecht Ruprecht.