Su especialidad era el pase, siendo un excelente centrador; aunque también destacaba por el regate y el remate a puerta.
Se tuvieron que disputar tres partidos para dilucidar el campeón.
Kiriki disputó los dos y marcó el gol de la Real Sociedad en el segundo partido.
La final se aplazó para que la selección española pudiera disputar los Juegos Olímpicos de Ámsterdam 1928.
En total, disputó 31 partidos en la Primera división española y marcó 13 goles.