Jugó toda su carrera profesional para los Minnesota Twins con quienes logró dos títulos de Series Mundiales.
Justo en su debut como profesional, en su primer juego, bateó nada menos que cuatro hits y, al final de temporada, fue también seleccionado como novato del año en su equipo.
Pero fue en 1988 que tuvo su mejores números al bate, en temporada completa, con un .356 de average con 234 hits y 121 carreras impulsadas.
En 1996 el empeoramiento de una visión borrosa, debido al glaucoma, le impidió continuar en el béisbol.
Fue, hasta ese momento, el tercer jugador más joven en conseguirlo, después de Sandy Koufax y Lou Gehrig.