[3] Sin embargo de Laurentis buscaba algo más espectacular, deseaba un Kong animatrónico gigante, que pudiese interactuar con los actores del film.
El show fue montado en una gran carpa del predio y se mantuvo en cartel durante cuatro meses.
Sin embargo el show consistía básicamente en un evento con algunos números circenses, entre ellos un payaso que servían de antesala del principal espectáculo.
Un locutor con micrófono en mano iba relatando ciertos episodios relacionados con King Kong haciendo referencia a su mal carácter.
Hasta ahí King Kong no aparecía pero podía comenzar a vislumbrarse su silueta detrás de un gran telón del escenario.
Allí podían verse a King Kong moviendo los brazos y manos, sonriendo, rugiendo.
Finalmente un payaso hacía enfadar a Kong hablándole del capitán Drake y tras romper el simio las cadenas, la gente era advertida por el locutor a "abandonar el lugar y correr por sus vidas" lo que daba al espectáculo por finalizado.
Los encargados de montar la carpa en el estadio Bristol la desmantelaron y el animatronic quedó primeramente al intemperie hasta que lo taparon con una lona.
El clima comenzó a deteriorar tanto la maquinaria del animatronic como la consola de movimientos que lo operaba.