Jugador típico de la escuela coreana.
Rápido, ágil y buen lanzador.
Podía jugar tanto en el lateral como en el extremo.
Técnicamente muy completo, llegó a España de la mano del por entonces entrenador del BM Granollers, Jaume Puig.
Tras dos temporadas en la plantilla vallesana, pasó por el Cadagua Gáldar canario y el Frigoríficos del Morrazo Cangas hasta el año 2003 en que regresó a Asia, a la emergente liga japonesa.