Como muchos otros intelectuales coreanos, asistió a la Academia Meiji en Tokio y entró en la Escuela Kawabata de Bellas Artes.
[3] Creación se posicionó contra la literatura didáctica propuesta por Yi Kwang-su,[4] Publicó su historia de debut "Las penas del débil" (Yakhanjaui seulpeum).
En 1925 publicó una de sus obras más famosas, "Patata", que fue una ruptura en la ficción realista coreana y otra disputa en su guerra literaria con Yi Kwang-su.
[3] Hasta entonces Kim Dong-in fue un purista (coloquial y realista),[4] pero empezó a escribir seriales de éxito, algo que antes había desdeñado.
Irónicamente, estas obras provocaron una crítica afilada de Yi Kwang-su y otros escritores que colaboraron con Japón durante la ocupación.
[3] Kim Dong-in es conocido por sus relatos cortos, que combinan una sensibilidad estética exquisita con un estilo de prosa sucinta y una perspectiva objetiva.