Katsuragi (1944)

fue el tercer portaaviones de la clase Unryū, el último en entrar en servicio.Sirvió en la Armada Imperial Japonesa a finales de la Segunda Guerra Mundial, sin ver ninguna acción destacable.Debido a la escasez de combustible y pilotos cualificados, el portaaviones no llegó a contar con un grupo aéreo propio, siendo empleado como transporte, desplazándose entre puertos japoneses, hasta que la falta de combustible hizo que fuera casi permanentemente basado en Kure, siéndole aplicado un elaborado camuflaje agrícola de campos de arroz para confundirlo con la línea costera, que contaba incluso con canales simulados, cabañas, árboles y caminos de tierra a lo largo de la cubierta de vuelo.Pese a estos daños, no hubo incendios ni inundaciones y el buque permaneció a flote con su propulsión intacta.Tras la guerra, los daños hacían al Katsuragi inoperable como portaaviones, pero resultó ser un perfectamente válido buque de transporte y repatriación, labor que desempeñó hasta finales de 1946, cuando se inició su desguace.