Katsudō Shashin

[3]​ Con base en el texto en japonés, la investigadora Sandra Annett dedujo que la película estaba destinada a un público nacional que puede leer kanjis, a diferencia del cine mudo sin escritura, con objetivos más internacionales, como Fantasmagorie, de Émile Cohl.

[11]​ También lleva a cabo un trabajo de reflexividad, ya que es una animación sobre el propio proceso creativo y los espectadores.

[12]​ La tecnología para la proyección de películas llegó a Japón desde Occidente entre 1896 y 1897.

La más antigua de estas películas es Hanawa Hekonai meitō no maki (1917), conocida como Namakura Gatana en su edición original.

[17]​ Ya que en esa época era costoso producir películas con imágenes reales, era más común encontrar en el mercado cintas animadas, cuyas tiras estaban unidas en sus extremos de tal forma que el usuario podía ver continuamente la animación.

[20]​ Esta película no era una producción única, sino que fue hecha en serie para vendérsela a personas con proyectores caseros;[21]​ había pocas salas de cine en Japón cuando la cinta se produjo.

Interesado en la colección, al siguiente mes Matsumoto se trasladó a Kioto.

[4]​ Matsumoto descubrió la tira de Katsudō Shashin,[22]​ que no se había conservado en buenas condiciones.

[28]​[32]​ Si bien destacó la relevancia de esta película, que data de la era Meiji, Nobuyuki Tsugata mostró dudas en cuanto a si debería ser incluida en la cronología del anime japonés, ya que es controvertido que pueda considerarse animación en el sentido contemporáneo de la palabra.

Katsudō Shashin (1907) Parte
Películas de animación japonesa , como Hanawa Hekonai meitō no maki , de Jun'ichi Kōuchi , comenzaron a proyectarse en los cines en 1917.
Katsudō Shashin .