En esa época, 1700, en las metrópolis coloniales -Inglaterra fundamentalmente- se propagó su fama de peligroso pirata.
Desde esa nueva situación defendíó la territorialidad de Marata frente a las potencias extranjeras.
Estos ataques eran publicitados desde las potencias extranjeras coloniales (Inglaterra, Portugal, Holanda y Francia) como actos de piraterías ante su derecho comercial preeminente.
Al morir, Kanhoji dejó toda su fortuna a sus hijos legítimos Sumbhaji y Sekhoji.
De sus tres hijos extramatrimoniales (Tujali, Manaji y Yeshaji), fue Tulaji quien continuó las actividades piratas como su padre.