Tanto la isla como las aguas litorales sólo pueden utilizarse con finalidades culturales, espirituales y de subsistencia para los nativos hawaianos.
Se pretende recuperar la isla controlando la erosión, restableciendo los acuíferos y sustituyendo la vegetación foránea por autóctona.
Se construyeron plataformas de piedra para las ceremonias religiosas, y todavía pueden encontrarse algunos petroglifos.
Los primeros europeos ya explicaban que la isla estaba deshabitada y sin recursos de agua o madera.
Por eso se la conoce popularmente como The Target Island o la "Isla Blanco".