Su nombre significa perla brillante o perla sagrada ya que el nombre Ka-go-me proviene de la Shikon no Tama, porque cuando la madre de Kagome la tomó en sus brazos vio un brillo en su pecho, tanto como una estrella.
En su cumpleaños número 15, un monstruo mitad mujer y mitad ciempiés la arrastra hasta el Japón del período Sengoku, donde conoce a la anciana Kaede, quien le dice que se parece mucho a su hermana Kikyo.
Más adelante ambos son atacados por un demonio cuervo y Kagome al intentar recuperar la esfera, esta la destruye en varios fragmentos.
[5] Kagome acaba flotando en la oscuridad sola y con la Shikon no Tama flotando delante de ella, todavía atravesada por su flecha, e Inuyasha acaba dentro de la misma perla, donde ve a Midoriko, los demonios con los que esta combate y a Naraku, dormido en un profundo sueño.
Kagome luce como una joven de ojos marrones (grises en el manga), cabello negro, largo y con tonos azules.
Aunque también hay ocasiones en donde en su época usa otra clase de ropa, como piyamas o vestidos.
Siendo ella la reencarnación de Kikyo, Inuyasha le mostraba recelo, antipatía y odio (por lo sucedido anteriormente con la sacerdotisa).
Inuyasha toma una forma de ser protectora con Kagome, la cual se transforma un tanto obsesiva.
Un tercer pretendiente es Hōjō Akitoki, el cual aparece en la segunda película y en unos capítulos del anime, y al parecer es un antepasado del Hojo de su época, el cual desea hacerla su esposa.
Kagome ama demasiado a Inuyasha el cual aún piensa en proteger y salvar el alma de Kikyo, su primer amor y ocasiona celos a Kagome en varios episodios.
En una ocasión, Kagome se da cuenta de que a pesar del pasado que Kikyo tuvo con él y del sacrificio que hizo por él, ella conoce mucho más a Inuyasha y vivió muchas más cosas con él, superando de ese modo su propia inseguridad.