En su lugar, posiblemente fueron lanzamientos fallidos del Pukguksong-2.
[4] La agencia de noticias estatal KCNA dijo que el líder Kim Jong-un supervisó la prueba, que fue descrita como un éxito.
Los analistas han descrito el nuevo misil como "más estable, más eficiente y más difícil de detectar" que los diseños anteriores de Corea del Norte, propulsados por combustible líquido.
[5] A diferencia de los cohetes más antiguos, de combustible líquido, que tardan horas en prepararse para su lanzamiento y son más fáciles de detectar y contrarrestar por otros países, el Pukguksong-2 es un cohete de combustible sólido que puede lanzarse en minutos.
[6][2] El misil ahora está desplegado en el norte de Corea del Norte, cerca de su frontera con China, en bases de misiles donde está desplegado el Hwasong-7.