Se trata de pequeños animales propios del Viejo Mundo, con una ecología y etología típicos de dichas aves propias del bosque.
Sus patas, zigodáctilas, es decir, que dejan dos dedos detrás y dos delante, opuestos, le permiten aferrarse a los salientes de los troncos, así como a pequeñas ramas.
En este caso, su forma es distinta, y su eficiencia horadando es menor; de hecho, los Jynx tienden a emplear orificios ya presentes en los árboles, antes que hacerlos ellos mismos.
Anidan en cavidades, habitualmente realizadas por el picamaderos negro (Dryocopus martius); en el caso de J. torquilla, usualmente anidan una vez por año, y la nidada es de siete a diez huevos blancos.
Se admiten dos especies en el género, generalmente divididas en subespecies.