Un juramentado hace referencia, en la historia filipina, a un asesino suicida de la etnia joloana que atacaba y mataba soldados y policías cristianos, esperando que lo mataran, buscando el martirio como forma poco ortodoxa de yihad personal.Durante la guerra hispano-estadounidense los juramentados eran cuestionados por los medios de comunicación estadounidenses, algunas fuentes oficiales encontraron pocos casos documentados.[12] Los japoneses estaban entre los enemigos contra los cuales los moros juramentados atacaban, pero también lo hacían contra los españoles, estadounidenses y filipinos, mientras que nunca atacaron a los chinos, puesto que China no era considerada enemiga del pueblo moro.Los padres eran consultados antes de que los jóvenes fueran autorizados por el sultán para ser formados y entrenados para el Parang-sabil (el camino al Paraíso).El verdadero creyente se enfrenta a un dilema teológico, ya que el suicidio está prohibido por el Corán.