Trabajó siete años para la revista Cambio 16 y en 1989 ingresó en el equipo fundacional del periódico español El Mundo.
A partir de ese momento cubrió los principales conflictos mundiales de finales del siglo XX, como las Guerras yugoslavas o la Guerra del Golfo.
De estilo más bien atípico, escribía sus crónicas desde la mirada de los más débiles y mostraba los conflictos a través de quienes más los sufren.
El 19 de noviembre de 2001 fue asesinado[1] en una emboscada contra un convoy de periodistas en el puente de Pul-i-Estikam, en algún punto entre Kabul y Jalalabad (Afganistán), junto a otros tres compañeros de profesión: la corresponsal italiana del diario Il Corriere della Sera, Maria Grazia Cutuli, el cámara australiano Harry Burton, que trabajaba para la agencia Reuters, y el fotógrafo afgano Azizula Haidari.
El Gobierno español, recogiendo los deseos de los familiares de los periodistas muertos, había pedido que se conmutara esa pena de muerte.