El Juego de cañas era un juego muy celebrado en la España del siglo XVI al XVIII, en muchas de sus Plazas Mayores.
[1] Los orígenes de la práctica de correr cañas, como era usual decir,[2] se remontan a los antiguos romanos y fue introducido en España por los musulmanes.
[2] El espíritu del juego giraba en torno a simular una acción bélica o de combate.
Consistía en hileras de hombres montados a caballo (normalmente nobles) tirándose cañas a modo de lanzas o dardos y parándolas con el escudo.
Se hacían cargas de combate, escapando haciendo círculos o semicírculos en grupos de hileras.