Su nombre procede del griego ho tou Moschou, hijo de Mosco.
Juan y Sofronio recorrerán Siria, Cilicia, Egipto, Chipre, Samos para, finalmente, refugiarse en Roma o Constantinopla.
Su obra El prado (Leimon, traducido al latín como Pratum spirituale, Prado espiritual) es una obra hagiográfica donde se recogen anécdotas piadosas y enseñanzas de los grandes ascetas, algunos de los cuales él conoció personalmente durante sus viajes.
Se trata de una fuente documental importantísima para conocer el ambiente espiritual de su tiempo y los ritos y ceremonias que se practicaban en un momento donde también eran frecuentes las herejías.
Una nueva edición estuvo a cargo de Jean-Baptiste Cotelier en la Ecclesiae Graecae Monumenta, II (París, 1681), reimpresa por J.-P. Migne en Patrologia Graeca.