Juan Manuel Vidal García (Baión, Villanueva de Arosa, 1886-Santiago de Compostela, septiembre de 1936) fue un industrial y político gallego represaliado por el franquismo.
Emigró a Argentina, desde donde remitió dinero para la construcción de escuelas en varias parroquias.
En la República fue elegido alcalde de Arzúa en 1932, permaneciendo en el cargo hasta 1936.
En su discurso de toma de posesión como regidor del municipio, Vidal García realizó un llamamiento a trabajar por el bien común, a convivir en buena vecindad y a dejar de lado disputas y rencores.
Declarado en rebeldía, fue detenido, y fue fusilado en Compostela a principios de septiembre de 1936.