Juan Manuel Sánchez Miño

A los 5 años comenzó jugando al fútbol en el Club Juventud de Saavedra donde compartió equipo con Rubén Botta y fue dirigido por Daniel Severiano Pavón.

En 2001, Ramón Maddoni lo recomendó para alistarlo en las divisiones inferiores de Boca Juniors.

Cabe destacar que en ese partido fue ovacionado por el público xeneize.

Fue este gol una de las más influyentes razones por la que el entrenador de la Selección Argentina, Alejandro Sabella, lo tendría en cuenta para una futura convocatoria al seleccionado mayor.

A finales de 2012 sufrió una luxación en el hombro izquierdo, la cual no le permitiría jugar hasta mayo del año 2013, pero aun así, su lesión no frenaría las ofertas del fútbol inglés y ucraniano.

El 2 de junio, Sánchez Miño tuvo una destacada actuación contra Vélez Sarsfield.

En ese mismo partido tuvo un particular duelo con el defensor de Vélez, Fabián Cubero, de quien recibiría un codazo sin pelota que no advertiría el árbitro.

Conformó una de las defensas más sólidas del fútbol argentino en una zaga que lo posicionaba como lateral por izquierda, Nicolás Tagliafico y Alan Franco como centrales y Fabricio Bustos por la derecha.

Durante el transcurso del año la banca de la hinchada hacia el jugador se hizo más fuerte cuando se viralizaron por las redes los festejos del plantel tras dejar eliminado a Atlético Tucumán en la Copa Sudamericana, competición que terminaría ganando Independiente ante Flamengo en el mítico Maracaná.

Finalmente fue citado para jugar dos partidos frente a Brasil del Superclásico de las Américas.