Participó en numerosas bandas ocupando cargos de cada vez mayor importancia, hasta que en 1967 fue detenido y condenado a 18 años de reclusión por robo y homicidio.
Cuando la guardia cambió, a las cuatro de la mañana, se las arregló para abandonar la celda aislada en la que lo requisaban cada 24 horas, dejarla con candado por fuera y a la catrera armada con un bulto simulando su propio cuerpo dormido.
La cordialidad con las que trataba a sus víctimas durante los robos lo hicieron popular en aquellas épocas.
Adentro de lo que se suponía llevaba cientos de litros de vino en realidad había cómodas camas, comida, bebidas y todo lo necesario para que cinco hombres cruzaran Santa Fe tranquilos mientras la policía los buscaba hasta con helicópteros.
Llevaba impreso la imagen del dibujo animado "El pájaro loco".
A la fuga le sucedieron dos secuestros extorsivos planificados: en Firmat, Santa Fe, apresaron al intendente, un industrial de dinero.