Sus poemarios son los libros más reconocidos como Auatl iuan sitlalimej (Encinos y estrellas), Chikome xochitl (Siete flor), Totomej intlajtol (La lengua de los pájaros) y Tlatlatok tetl (Piedra incendiada).
Hernández ha publicado en diferentes medios, revistas, periódicos y libros, con poemas bilingüe náhuatl-español, como La Pluma del ganso, Tinta Nueva, Diturna, La valquiria, Fórum, Castálida, Contrapunto, La Nave.
Ha impartido diversos cursos y talleres para la alfabetización de la escritura en la lengua náhuatl.
También ha sido acreedor de distintos premios, entre los que destacan el Premio Nezahualcóyotl de Literatura en Lenguas Indígenas,[5] por el libro: Chikome xochitl (Siete flor), en 2006 por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes.
En 2006 el gobierno veracruzano lo distinguió por enaltecer al pueblo de Colatlán, y al siguiente año lo reconoció por su relevante obra educativa realizada durante 40 años, igualmente, fue reconocido en 2008 por su destacada trayectoria en favor del estudio, preservación, fortalecimiento y difusión del uso de las lenguas indígenas.