Destacando especialmente sus 2 años en Badalona (96-98) con varias actuaciones memorables y un título de Copa del Rey, y su año en Cantabria (98-99) donde promedió 16 puntos y 7,5 rebotes para irse a los 18 de valoración por partido.
En la Penya, donde jugaría dos temporadas, ganaría la Copa del Rey en 1997, y sería subcampeón en 1998.
Después jugaría en Lobos Caja Cantabria la temporada 98-99 con unos números espectaculares y siendo un jugador clave esa temporada.
Empezaría la temporada siguiente en el Near East Atenas de la liga griega, donde estaría hasta el mes de febrero del 2000, pasando a jugar en el Cabitel Gijón hasta el final de la temporada que había iniciado en Grecia.
Finalmente en el Caja Rural Melilla, donde se retiraría la temporada 2000-01.