Ese año fue enviado a Roma para cursar los estudios teológicos y allí obtuvo el Lectorado de la Orden.
Fueron muy fecundos aquellos veinte años vividos en Onda para el Padre Ferre.
Por ello movilizó a las fuerzas vivas del pueblo, organizó comités, acudió a quienes le podían ayudar, etc., y alentado y ayudado por sus superiores y miembros de su Comunidad, así como por las autoridades y pueblo en general, se entregó a esta maravillosa obra que no abandonó hasta verla concluida.
Dio los pasos necesarios para llevar adelante su proyecto, y felizmente, el 9 de mayo de 1971 se inauguraba el templo parroquial Virgen del Carmen.
Por expreso deseo suyo, sus restos descansan en su Onda querida, a quien siempre tuvo como su segundo pueblo.