En los años 1920, don Juan Alberto Harriet ya era uno de los empresarios agropecuarios más importantes del país.
Quienes lo conocieron, lo describen como un empresario tenaz, exitoso, humano y generoso, provisto de una gran creatividad.
Don Juan llegó a ser probablemente el mayor productor de carne vacuna del mundo.
[4] Juan Alberto Harriet estuvo involucrado en la actividad filantrópica a lo largo de su vida.
Antes de llegar en avión a “Don Remigio” podían fácilmente verse los logros obtenidos con inteligencia y ejecutividad localizando las “islas verdes”, donde se aplicaba el “sistema Harriet”, metodología de manejo del ganado que se enseñaba en las principales universidades del mundo.