Josep Vilà

Dice la leyenda que un día en su etapa de jugador en su club de toda la vida, el Balón-Mano Granollers, le pusieron en el banquillo como jugador suplente y desde entonces, allí se quedó, hasta convertirse en un ejemplo para todos los entrenadores coetáneos.Tomó las riendas del BM Granollers la temporada 1955-56, un equipo que jugaba el balonmano en sus dos modalidades, tanto a 11 jugadores en campos de césped como a 7 en pistas polideportivas.En balonmano a 7 ganó en seis ocasiones consecutivas la máxima categoría española, en un principio llamada Primera División Nacional y posteriormente, una vez creada la División de Honor, llevó al club el triunfo de la misma en otras tres ediciones, hasta que en la temporada 1962-63 el BM Granollers no consiguió un patrocinador que costease los largos desplazamientos que representaban participar en esta competición y se vio obligado a disputar la segunda categoría (Primera División) durante dos campañas.Su substituto en el banquillo fue Miquel Roca, nombrado el mismo año que se abandonaba la máxima categoría que devolvió al club a la División de Honor en 1965.[1]​ Falleció en 2022 en Granollers a los 95 años de edad.