En 1917 fue nombrado canónigo y profesor de Teología Dogmática.
[4] Pudo desplazarse a Barcelona y embarcar hacia Francia.
Desde allí intentó conseguir el apoyo del cardenal Vidal y Barraquer para la causa, sin éxito.
[6] En cuanto al aspecto político, intentó mantener distancia con las autoridades civiles y defendió a sus curas.
En este sentido patrocinó una edición bilingüe del Catecismo (1941), y una íntegramente catalana (1947).