Por esto, su familia se trasladó a la periferia de la ciudad y posteriormente a Maracaibo y Caracas en Venezuela, donde fue influenciada por los círculos culturales de estas ciudades, y en donde publicó su libro de versos Voces del alma, auspiciado por el poeta venezolano Gabriel Muñoz.
Lo que no quemó, lo enviaron a Cúcuta luego de su muerte.
[1] Fue autodidacta y se la conoció como la nueva sacerdotisa de las musas.
Apareció en las postales conmemorativas Personajes colombianos de todas las épocas.
[4] Su obra pasó a dominio público en Colombia en 2023[5][6] siendo la única mujer del listado.