En 1892, su familia lo designó apoderado y administrador de la sucesión Aldao en Colonia Elisa.
Se dedicó a la venta y cobranza de las tierras, fundó y organizó el pueblo Camilo Aldao (del que fungió como presidente de la comisión municipal.
Las crónicas del lugar mencionan que hacia el 1900 la estancia Las Cañas era atendida por un tal Ernesto Casas «a quien le placía jugar a los naipes con su vecino José María Aldao».
Se convirtió en representante del Gobierno argentino en gestiones comerciales relacionadas con la instalación de surtidores y tanques para combustibles y con la compra de barcos mercantes para la Armada argentina.
[1] En 1922 ―a los 50 años― ocupó durante ocho años el cargo de cónsul general en Londres (Reino Unido).