José Puche Álvarez
Durante este periodo fue el único en el que José Puche Álvarez estuvo en el frente y vistió de uniforme, a pesar de que nunca tuvo relación con la vida militar.La principal intención era poder prestar asistencia a poca distancia del frente, de manera que el tratamiento inmediato o incluso las primeras transfusiones sanguíneas pudieran realizarse en ocasiones bajo el fuego de las tropas enemigas.Sin embargo, los médicos franceses solían desconocer los buenos resultados del tratamiento aplicado y con el fin de dar una solución rápida y urgente a los heridos optaban habitualmente por la amputación.Ante esta circunstancia, los encargados de la sanidad del ejército republicano se decidieron por llevar a cabo una selección previa a la evacuación, para evitar males mayores, y especialmente porque, al final de la guerra, había únicamente en Cataluña, entre treinta y cuarenta mil heridos por lo que era imposible evacuarlos a todos.Al final de la guerra se exilió en México, manteniendo cargos importantes como delegado del Gobierno republicano en el exilio y participando en la dirección del Comité Técnico de Ayuda a los Refugiados Españoles.