En Madrid entró en contacto con la bohemia del Modernismo y escribió en la prensa de orientación izquierdista.
Escribió La jornada [poesías] (Valdepeñas: Imp.
Escenas del teatro de la vida (Madrid, 1913) y La graciosa gaditana (Madrid, Biblioteca Patria, s.a. pero hacia 1918).
Se acercó al teatro con la pieza Remanso.
(Madrid, Los Contemporáneos, 1914), entre muchas otras obras.