José María Urquinaona
[1] Formado en el seminario de Cádiz, fue ordenado sacerdote en 1837, de la mano del obispo Domingo de Silos Moreno.Obispo de la diócesis de Canarias en 1868, en 1878 fue nombrado obispo de Barcelona, cargo que ocupó hasta su muerte.Desempeñó diversos cargos eclesiásticos y asistió al Concilio Vaticano I como secretario de los obispos españoles.Elegido senador en representación de la provincia eclesiástica de Tarragona (1879),[2] defendió en Madrid los intereses proteccionistas de la industria catalana (1882), por lo que fue recibido como un héroe.A su muerte fue sepultado en la Basílica de la Merced, y el municipio dio su nombre a una de las plazas más céntricas de Barcelona.