[1] La expectación creada por su enlace supuso que hasta la prensa de Madrid lo cubriera en sus crónicas.
Durante los primeros 10 meses en ese país, pasó por varios campos de concentración como Saint-Cyprien, Argelès-sur-Mer, Gurs o Septfonds.
[1] En 1942, Epita se unió a un grupo mixto de la Resistencia francesa llamado Francotiradores y Partisanos Franceses del Sur/Guerrilleros Españoles, participando en actos de sabotaje y propaganda.
Por su especialización, allí trabajó como mecánico por el día, y probablemente debido a su raza, tuvo que trabajar como camarero por las noches, ya que los nazis consideraban a las personas de origen africano como seres exóticos.
[1] Al finalizar la guerra, regresó a Mérignac con su familia, y trabajó para la empresa eléctrica Forclum.