Durante la Guerra civil llegó a ejercer como alcalde de Castellón,[1] exiliándose posteriormente en México; durante el resto su vida residió en el exilio.
Llegó a colaborar con sus hermanos en la redacción del Heraldo de Castellón, periódico fundado por su padre.
Ingresó en el PSOE en 1930 y en el sindicato Unión General de Trabajadores (UGT) en 1931.
Con el final de la contienda se exilió en el Norte de África y en Francia, marchando posteriormente junto a su familia hacia México, donde se asentó.
También desempeñó labores periodísticas, dirigiendo las revistas Siempre[4] y Senyera[5] —esta última, boletín mensual de la Casa Regional Valenciana—.