Al cumplir los diez años le regalaron un estuche metálico de acuarelas y más tarde logró adquirir unos tubos de óleo con los que realizó sus primeros cuadros.
[1] Estudió en la Escuela de Bellas Artes de San Carlos y trabajó en el taller de restauración de Rafael Vañó Marqués donde adquirió una sólida preparación técnica y un gran dominio del oficio.
Tras contraer matrimonio, en 1956, se dedicó por entero a la decoración de abanicos y a la pintura.
[3] Desarrolló diversos estilos que cabalgaban entre el realismo, impresionismo, hiperrealismo, romanticismo, postromanticismo... centrado en temas de carácter historicista, mitológico y bíblico.
Su obra se encuentra representada en numerosas colecciones institucionales y particulares españolas y extranjeras.