Jugó durante 4 temporadas con los Spartans en Universidad Estatal de Míchigan, en las que promedió 16,9 puntos y 16,4 rebotes por partido.
Durante esta primera etapa fue elegido en 3 ocasiones para participar en el All-Star Game.
Fue traspasado a Baltimore Bullets, donde sus minutos de juego se redujeron en la temporada y media que allí permaneció, antes de ser enviado a San Diego Rockets.
Tras pasar también por Philadelphia 76ers durante dos temporadas sin pena ni gloria, a los 36 años le llega su resurgir, tras fichar por Cincinnati Royals, ya que en su primer año allí lograría promediar 15,6 puntos y 10,8 rebotes por partido, casi el triple de lo logrado en la temporada anterior.
Tras una temporada más en Cincinnati, en 1972 firmaría con Kansas City Kings, donde pondría fin a su carrera profesional.