Este método es útil para descifrar contraseñas que no aparecen en las listas de palabras del diccionario, pero tarda mucho en ejecutarse.
Los administradores de sistemas lo pueden emplear para evitar que sus usuarios pongan contraseñas demasiado fáciles, pero lo habitual es hacerlo mediante un programa automático, que solo se interese por si la clave se puede adivinar fácilmente o no.
En ningún caso es necesario que el administrador conozca la clave exacta; solo ha de saber si es buena o no.
Esta es la configuración predeterminada en los sistemas operativos de tipo Unix (BSD, GNU/Linux, macOS, etc.).
Su nombre se originó en una carta escrita por alguien quien alegó ser el asesino del cual hablaban los periódicos de la época.