John Rogan
En 1899, poco antes del desarrollo total de la anquilosis, había llegado a una altura de 2,69 m (8′ 10″), lo que le convirtió en la persona más alta del mundo de la que se tenían evidencias irrefutables en ese momento.La enfermedad le dificultó y, finalmente, acabó con su capacidad para caminar, lo que le obligó al uso de un pequeño carro tirado por una pareja de cabras, apareciendo a menudo en los periódicos, refiriéndose a él como El gigante negro.Era siempre el centro de atención, a menudo conocido por su voz muy profunda y actitud lúdica.Aunque recibió ofertas, nunca quiso exhibirse en espectáculos de rarezas.Se le midió en varias ocasiones sentado, y continuó creciendo hasta su muerte.