John Holt (pedagogo)

En la universidad de Yale estudió ingeniería industrial, pero no encontró conexiones entre sus estudios y el mundo que le rodeaba.La educación es un pilar fundamental en nuestras sociedades, y como tal, su desarrollo e implantación es un hecho de vital importancia.Desgraciadamente, queda claro que no en todo el mundo el derecho a la educación es igual, y según en qué parte del planeta estés tendrá más o menos dificultades para acceder a dicha educación.Las constantes revueltas estudiantiles que se producen en muchos países, entre ellos las más importantes en EE.UU., se añade también otros motivos que ahondan más en las crisis del poder establecido, como las revueltas contra la guerra de Vietnam, la lucha contra los fascismos a nivel mundial, etc. son el claro síntoma de los cambios culturales y sociales que se avecinan.En resumen, la aparición de la desescolarización como una nueva idea pedagógica se fundamenta en este contexto social e histórico, donde la confrontación de ideas, la crítica al poder establecido y sus estructuras organizativas, sus instituciones (escuela, familia, ejército, industria, etc.) ocuparán un lugar muy destacado.Concretamente en el entorno social, las clases medias en el mundo occidental se van consolidando y ampliando, a la vez que aparecen nuevas clases sociales inferiores y marginales, en muchos casos debidas a la fuerte migración en los países más desarrollados, como es el caso americano.Las corrientes pedagógicas que influyeron a John Holt se encuentran en las teorías libertarias y antiautoritarias de la educación.Algunos dicen incluso que educar a los niños para la libertad es la auténtica esperanza real de crear una sociedad anarquista.Por eso los anarquistas sostienen, por ejemplo, que las pruebas académicas son una medida insignificante del potencial de una persona para desde allí determinar la importancia del papel que han de cumplir en la sociedad.El estudio comparativo entre los sistemas educativos y la sociedad llevó a la conclusión de que la extensión de la escolaridad por sí sola no sería suficiente para atender a las demandas cada vez mayores de educación y, en consecuencia, tampoco para resolver la crisis, pues los presupuestos dedicados a enseñanza habían alcanzado un nivel tan alto que resultaba difícil, si no imposible, un mayor incremento.Por otro lado, la sola expansión del aparato escolar no serviría como único recurso para atender a las expectativas sociales de educación, ya que se preveía una demanda tal que no podría ser absorbida por los sistemas institucionales.Se consideraba necesario desarrollar otras estrategias educativas no institucionales implicando a la familia y la comunidad.Paralelamente en el tiempo, surge una crítica más radical que incluía, además de la institución escolar, su contexto social, político y económico.La característica fundamental de esta corriente radical va a estar en su postulado de suprimir la escuela, que abarca todas las instituciones escolares desde la educación infantil a la universidad, como estrategia para encontrar alternativas más viables para solucionar los problemas que plantean las sociedades industriales avanzadas.Pero, ¿qué es lo que pasa con esta extraordinaria capacidad de aprendizaje y comprensión intelectual cuando vamos creciendo?Esa iniciativa le sirvió entre otras cosas para que lo expulsaran de un colegio.Para Holt la escuela era una imposición dogmática que no tenía en cuenta los principios básicos de la educación: libertad y comunicación.Se crearon alrededor de mil escuelas privadas alternativas, con cincuenta alumnos cada una, inspiradas en sus ideas, todas ellas fracasaron.La revista dio inicio a uno de los movimientos pedagógicos que más adeptos ganaría en sucesivas décadas.