Como pintor de retratos, tuvo éxito a una edad temprana.
Estudió en la Academia de Viena, y cuando apenas había alcanzado la mayoría de edad ganó sus cuatro principales premios.
En 1818-1819, se unió al Conde Szecheni de Hungría en una gira por Turquía y Grecia.
En 1820, se fue a Italia, y en Florencia y Roma produjo una serie de obras de sujetos Bíblicos e históricos.
Después de pasar un año en París, regresó a Viena en 1827, donde dedicó su atención a la miniatura y pinturas históricas, siendo profesor en la Academia de 1829-50.