Aunque no se trata de una oración incluida en el Catecismo de la Iglesia católica, posiblemente sea la primera oración que aprende un niño o niña de esta religión y está recomendado su aprendizaje por la conferencia episcopal.
Podemos encontrar una versión corta y otra más extensa, siendo la primera la que tradicionalmente se aprenden los niños para rezar y la segunda se canta en Navidad.
Versión corta (oración) Jesusito de mi vida, tú eres niño como yo, por eso te quiero tanto y te doy mi corazón.
Versión larga (villancico navideño) Jesusito de mi vida, tú eres niño como yo, por eso te quiero tanto, y te doy mi corazón.
(enlace roto disponible en Internet Archive; véase el historial, la primera versión y la última).