Fue militante de la Juventud Ortodoxa, y después dirigente del movimiento fundado por Fidel Castro.
Participó en el ataque al Cuartel Moncada.
Estuvo en prisión con Fidel Castro, tras lo cual se exilió a México y formó parte del grupo de expedicionarios que regresaron en el Granma.
Fue capturado en el combate de Alegría de Pío y volvió a la cárcel hasta el triunfo de la Revolución cubana.
Su cuerpo reposa en el Panteón de las Fuerzas Armadas Revolucionarias en la Necrópolis de Cristóbal Colón.