Jenófanes

Se le ha señalado a menudo como escéptico por sus fragmentos gnoseológicos, y los autores de la patrística creyeron ver en sus textos teológicos una primera formulación del monoteísmo entre los griegos.

[9]​ Thesleff ya había criticado estas dataciones, porque nada asegura que las preguntas del fragmento B 22 estén dirigidas al mismo Jenófanes.

Por eso propone corregir en el texto «Ciro» por «Jerjes» (le parece métrica, paleográfica y psicológicamente posible).

Gomperz, a partir de tal testimonio, y basado en el término «también», dice que fue rapsoda homérico, para ganarse el pan, mientras que en otros ámbitos recitaba sus propios puntos de vista ilustrados.

[13]​ Jaeger critica la posición de Gomperz, puesto que se basa en fundamentos gramaticales débiles al traducir el pasaje citado, debiéndose entender que «escribió sus propios poemas, pero también los recitaba él mismo».

[23]​ Eggers Lan solo dice que de estos dos poemas no se ha conservado ningún verso.

[24]​ Estobeo, Aecio, y Pólux dicen que Jenófanes escribió un poema titulado περὶ φύσεως («perí fýseōs», Sobre la naturaleza),[25]​ al cual atribuyen sus citas.

Rodríguez Adrados acepta el título como auténtico, conjeturando que pudo ser un poema didáctico hexamétrico influido por Parménides, Empédocles y la filosofía jonia.

[27]​ Werner Jaeger, en cambio, siguiendo a John Burnet no cree en la existencia de un poema didáctico semejante.

[37]​ La circularidad del «todo», por otra parte, no aparece atribuida a Jenófanes sino hasta los doxógrafos,[38]​ que parecen haber tenido ante sí los fragmentos en los que Parménides habla de la semejanza de esfericidad del ente.

[45]​ Hay solo un fragmento atribuido a Jenófanes que guarda relación con una doctrina pitagórica: la de la metempsicosis.

[49]​ Kirk y Raven, siguiendo a Barnes, dan por sentado que la referencia al pitagorismo es una broma de Jenófanes.

Ya lo demuestran las opiniones antiguas: Eusebio y Estrabón llaman a Jenófanes «el físico»,[52]​ mientras que Teofrasto –cuya cita nos llega por Simplicio[53]​– no piensa que la manera de ver de Jenófanes pueda clasificarse entre las pertenecientes a las físicas.

Agrupan todos los testimonios en los que se atribuyen tesis cosmológicas en un apartado llamado «otros posibles equívocos antiguos sobre Jenófanes».

Lo que caracteriza de manera general su pensamiento es el rechazo del saber tradicional, cuyos portavoces en Grecia fueron Homero y Hesíodo.

En efecto, Homero y Hesíodo eran en Grecia algo más que poetas: «todos han aprendido desde antiguo con Homero»,[70]​ ha sido el «educador de Grecia»,[71]​ e incluso «Homero y Hesíodo han compuesto la genealogía de los dioses para los griegos, les han dado sus nombres, honores y funciones y han descrito los aspectos con que se manifestaban»;[72]​ El rechazo de Jenófanes a este saber se concreta en diversos puntos: El primero es el carácter revelado de todo saber,[73]​ para luego reemplazar la cosmogonía implícita en esos poemas por una concepción propia del universo visible[74]​ y de la divinidad.

El mar disuelve la tierra hasta convertirla en barro (al final del ciclo todos los hombres mueren), y luego acontece un proceso inverso de solidificación.

[97]​ El tránsito descrito funda una teoría cíclica, en la que se sucederían múltiples ordenaciones del mundo.

[103]​ Jenófanes concibe, en cambio, la profundidad de la Tierra como indefinida y no ya limitada por el Tártaro,[104]​ y el aire como extendiéndose hacia arriba de manera indefinida, sin que limite ya con la bóveda celeste.

[105]​ La diferencia entre esta concepción y las cosmologías milesias reside en que Jenófanes, al explicar el todo de lo que se muestra,[106]​ no reduce lo múltiple a una sola naturaleza visible como el agua de Tales.

[109]​ Desde la antigüedad Jenófanes fue considerado como un pensador que se opuso a la concepción homérica y hesiódica de la divinidad.

[125]​ Kirk, Raven y Schofield hacen notar cierta similitud entre este pasaje e Ilíada I, 530, donde Zeus hace temblar al Olimpo con el movimiento de su cabeza.

Idea que sigue Esquilo: «Sentado realiza su pensamiento, sin moverse de su santo trono».

Por razones incomprensibles, los escritores cristianos han tendido a ver su propio monoteísmo en la proclamación que hace Jenófanes del Dios Uno».

La circularidad del dios de Jenófanes apoyaría el vínculo con Parménides, teniendo en cuenta la célebre comparación del ente parmenídeo con una esfera o balón, palabras textuales de este pensador, transmitida por Simplicio en Física 146, 15-17.

Hipólito parece comentar este pasaje cuando indica que el dios jenofánico «(…) es capaz de percibir con todas sus partes».

Ario Dídimo atribuye a Jenófanes una sentencia: «sin duda dios conoce la verdad, y la opinión se extiende sobre todas las cosas».

Guthrie[155]​ continúa la interpretación de Sexto Empírico, que rescata la opinión como esfera del saber humano.

El pensar construido a partir de la presencia humana ante las cosas visibles se reconoce a sí mismo como una búsqueda que nunca alcanzará la claridad suficiente, aun cuando alcance mayor verosimilitud con el tiempo.

[168]​ En 1935, la UAI decidió en su honor llamarle «Xenófanes» a un astroblema situado en la cara visible de la Luna.

Cronologías antiguas y modernas sobre Jenófanes.
Ciudades antiguas de Asia Menor. En el centro puede apreciarse Colofón, donde nació Jenófanes. La región de Jonia fue cuna de importantes pensadores y poetas, alguno de los cuales emigraron a Grecia central o Magna Grecia por el avance de los medos y el Imperio persa .