Juana Jugan

Tras la desaparición de su padre en un viaje a Terranova, cuando ella aún no había cumplido cuatro años, su madre, Marie Horel, desempeñó varios trabajos mientras esperaba el retorno de su marido.En esa época se afilió a la Tercera Orden de las Hijas del Sagrado Corazón.[4]​ En 1835 falleció Marie Lecoq y poco después Juana, junto a una amiga (Françoise Aubert), alquiló un apartamento en el número dos de la calle del Centro, en Saint-Servan, donde continuaron ayudando a los pobres.Ante la afluencia de personas, el apartamento se quedó pequeño trasladándose primero a una planta baja y más tarde a un convento abandonado, que se convirtió en casa para los pobres.En 1844 la congregación se renombró como «Hermanas de los Pobres» a la vez que se establecía como una institución religiosa: las hermanas hacían votos de obediencia, pobreza y castidad y llevaban un atuendo inspirado en la vestimenta de las mujeres bretonas.Su tumba se encuentra en la cripta de la capilla de la Casa Madre en Saint Pern y es visitada por numerosos peregrinos junto a su casa natal en Cancale o la casa de Saint-Servan donde atendió por primera vez a una anciana.
Estatua de Juana Jugan en Valladolid
Estampilla conmemorativa del correo indio por la canonización de Juana Jugan.