[1] En 1918 se instaló la primera estatua civil de la ciudad en los jardines, realizada por Mateo Inurria y dedicada al ministro cordobés Antonio Barroso Castillo, quien había fallecido dos años antes.Albergó la cantidad de 2.000 volúmenes y alcanzó unos veinte mil lectores anuales, llegando a una gran popularidad en la época.[10] Más tarde, en 1928, se inauguró el Busto de Mateo Inurria, realizado por su discípulo Adolfo Aznar Fusac.[14] Los últimos monumentos realizados son los homenajes a Aniceto García Roldán, jardinero municipal asesinado en 1986[12] y a Victoria Domínguez, quiosquera asesinada en 2007, cuyo monumento se realizó un año después por Miguel Ángel González.Se encuentran en los mismos plátanos, ailantos, olmos, acacias, robinias, moreras, naranjos, álamos blancos, fotinias, prunos, pino, aligustres y otras menos frecuentes, como jacaranda, árboles de Júpiter, palmitos e incluso un ya viejo ejemplar de ginkgo.